Martes 09 Diciembre 2025

Antonio Valente Martínez Fuentes, conocido como El Toñín, es considerado una figura polémica en el estado de Puebla. Señalamientos públicos apuntan a un presunto enriquecimiento inusual para alguien dedicado al campo, debido a la posesión de viviendas lujosas y vehículos valuados en más de dos millones de pesos.

También se le ha vinculado con actividades criminales, lo que llevó a que fuera señalado como posible líder huachicolero buscado por el gobierno estatal, pero protegido por habitantes de Palmarito Tochapan, quienes lo consideran su principal benefactor.

Valente Martínez Fuentes, un hombre de 55 años de edad, nació y creció en el municipio de Quecholac, dentro de la región conocida como el “Triángulo Rojo”. Durante su infancia y juventud trabajó como jornalero en campos locales y posteriormente se dedicó al cultivo de hortalizas, especialmente zanahoria, una actividad común en esa zona del estado.

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Hace 15 años, distintos medios de comunicación y autoridades locales comenzaron a señalarlo por un enriquecimiento inusual, presuntamente vinculado a la venta de combustible de origen ilícito, obtenido mediante la ordeña de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), actividad conocida como huachicol.

Dichas acusaciones lo asociaron de manera pública con el apodo de “El Toñín”, un sobrenombre que volvió a cobrar relevancia en días recientes tras un desacuerdo entre su hija, la actual alcaldesa de Quecholac, Guadalupe Martínez Gerardo, y el secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala, tras los bloqueos encabezados por campesinos en la autopista Puebla-Veracruz.

Aunque autoridades lo señalan como delincuente, El Tonín se identifica como agricultor

¿A qué dice dedicarse El Toñín?

Desde el 2010, El Toñín fortaleció su imagen pública como benefactor comunitario de Palmarito Tochapan, y posteriormente de todo Quecholac, pues solía repartir verduras de forma gratuita entre la población y organizar celebraciones comunitarias.

Además, tras los señalamientos en su contra por presuntas actividades ilícitas, comenzó a difundir sus actividades y apoyos a través de redes sociales, lo que incrementó su visibilidad local y le sirvió para desmentir dichas acusaciones en más de una ocasión.

Antonio Valente Martínez también utiliza esos espacios para presumir algunas de sus posesiones, como ranchos y una residencia ostentosa, así como vehículos de lujo, entre ellos una camioneta tipo Shelby y un Lamborghini, ambos valuados en millones de pesos que, de acuerdo con sus publicaciones, provienen de su actividad agrícola. Lo anterior contrasta con el origen humilde de su familia, del cual suele hablar públicamente.

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Para 2017, El Toñín ya era identificado por autoridades estatales y federales como uno de los principales líderes del robo de combustible en la zona del Triángulo Rojo, y se iniciaron carpetas de investigación en su contra por ilícitos como extracción y venta ilegal de hidrocarburo y asociación delictuosa.  También se le atribuyeron disputas con otros grupos delictivos por el control de la plaza.

En mayo de ese año, según versiones periodísticas, militares del 59 Batallón de Infantería, elementos de la Secretaría de Marina (Semar) y de la Fiscalía General de Puebla (FGE) arribaron a la comunidad de Palmarito Tochapan y montaron un operativo para detenerlo.

Solía repartir verduras de forma gratuita entre la población y organizar celebraciones comunitarias

Se catearon dos ranchos, presuntamente de su propiedad, donde fueron asegurados más de 15 vehículos, entre tractores, motocicletas y automóviles de lujo y clásicos.

Sin embargo, durante el operativo se registró un enfrentamiento armado entre las autoridades y presuntos huachicoleros vinculados a su organización, para permitir que pudiera escapar. El hecho dejó un saldo de al menos cuatro militares y seis civiles muertos.

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Reaparición pública de El Toñín

Años después, Martínez Fuentes volvió brevemente a través de sus redes sociales que lo mostraban, de acuerdo con los habitantes, fuera de la región; sin embargo, durante la contingencia sanitaria por Covid-19 reapareció para llevar camiones de verduras a varias comunidades de Puebla y Veracruz.

Su hermano, Alejandro Martínez Fuentes fue electo alcalde de Quecholac, respaldado por el partido Pacto Social de Integración (PSI) para el trienio 2018-2021; sin embargo, poco antes de que terminara su gestión, fue detenido en la presidencia municipal. Las autoridades le imputaron varios cargos, entre ellos ejercicio indebido de funciones, lo que revivió los señalamientos en su contra.

A partir del 2022, El Toñín volvió a recurrir al uso de redes sociales para hacer publicaciones y transmisiones en vivo para promover una imagen de inocencia y acusar una persecución política en su contra; en respuesta los habitantes de algunas comunidades comenzaron a defenderlo, lo que se presume, permitió que regresara a Quecholac.

El día de ayer, la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) confirmó que existen varias carpetas de investigación abiertas contra Antonio Valente.

Este martes, el diputado local de Morena, Julio Huerta Gómez, afirmó que el secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala, debe proceder penalmente en su contra, así como de su hija, la alcaldesa de Quecholac, debido a las presuntas amenazas dirigidas hacia él.