No importa la causa, sino sumarte al activismo: Defensoras de derechos humanos

Unirse a cualquier activismo es vencer nuestros propios miedos, luchar por los derechos humanos antes de esperar un turno y sufrir por algún ser querido

La defensoría de los derechos humanos es para todos, no responsabilidad de unos cuantos, no importa la causa, profesión, ni el género. Estar en contra de las injusticias y alzar la voz debe ser parte de nuestra cotidianidad; en esto coincidieron las cuatro defensoras de derechos humanos entrevistadas por El Popular, periódico con causa.

Defensoras y activistas en Puebla

En el marco del Día Internacional de las Defensoras de los Derechos Humanos, este 29 de noviembre, El Popular, periódico con causa, quiso rendirle un homenaje a cuatro mujeres que han luchado desde diferentes trincheras por la defensa de los derechos humanos.

Cada una tiene una profesión y causa distinta, pero todas coinciden en que desde cualquier trinchera se puede ser activista: basta con la indignación ante las injusticias.

Maria Luisa, Colectivo Voz de los Desaparecidos

María Luisa Núñez es maestra en Derecho Penal Acusatorio y fundadora del Colectivo Voz de los Desaparecidos en el año 2018; por seis años ha acompañado y apoyado a personas con familiares víctimas de desaparición en el estado de Puebla.

En entrevista, María Luisa compartió con El Popular, periódico con causa, que su motivo para ser activista fue la desaparición forzada de su hijo Juan de Dios Núñez Baroja.

Juan de Dios Núñez Barojas tenía 23 años cuando desapareció el día viernes 28 de abril del 2017 en el municipio de Palmar de Bravo, en el triángulo rojo de la entidad poblana.

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"En el activismo llevo desde el momento en que mi hijo fue desaparecido, pero el colectivo lo fundé el 8 de agosto del 2018", compartió.

Juan de Dios desapareció junto con dos de sus amigos, quienes lamentablemente fueron encontrados sin vida cinco años después, en febrero del 2022.

A pesar de esto, María Luisa continuó su labor con Voz de los Desaparecidos, pues su razón de ser ahora es ayudar a la búsqueda de todos aquellos que no han regresado con los suyos.

Luisa aclaró que su causa se basa en el derecho que tienen las víctimas de desaparición forzada a ser buscadas y encontradas, gracias a una correcta investigación.

"Todo ha sido de aprendizajes y experiencias; hemos encontrado personas, la mayoría lamentablemente sin vida, entre ellos mi hijo, a cinco años de haber desaparecido, pero también les hemos encontrado con vida", comentó.

La activista por los desaparecidos compartió un mensaje a las personas que no se animan a realizar ningún tipo de activismo por miedo a represalias.

 "No hay mayor miedo que ser presa de nuestros propios miedos. No esperemos un turno, que es importante trabajar para que a otros no les pase, ya que nadie está exento de que nos arrebaten a un ser querido".

Claudia Martínez, Colectiva Nacional Temprana de Periodistas

Claudia Martínez es periodista, pintora y activista en defensa de los derechos humanos y protección a la libre expresión periodista desde 2014; a lo largo de su carrera ha recibido amenazas de muerte y de ser presa política.

La activista compartió en entrevista con El Popular, periódico con causa, que a través de su profesión como periodista ha evidenciado y publicado diferentes problemáticas sociales en el estado de Puebla a través de documentales.

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Entre ellos, se encuentra el documental de su autoría titulado Coyomeapan, que fue exhibido en el festival de arte ‘48 Hours Neukölln’ de Berlín; específicamente por esta publicación recibió amenazas de muerte.

No se mata la verdad matando periodistas
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También publicó el documental ‘Al grito de las autodefensas’, donde documentó a base de investigación a las mujeres de la mixteca armadas que defienden a sus familias de grupos criminales.

Claudia Martínez comentó que los activistas y periodistas con ética viven la misma realidad de represión, pues hacer periodismo que evidencie todo tipo de injusticia es hacer activismo.

Actualmente, Claudia es la representante del Colectivo Nacional Alerta Temprana para Periodistas y Activistas (Conapa), donde acompaña a periodistas en procesos de protección ante amenazas por ejercer con ética su profesión.

Puntualizó que realiza periodismo independiente de investigación, por lo que es más complicado obtener recursos económicos, así que también recurre al arte como pintura y vende sus cuadros para aumentar sus ingresos.

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La periodista compartió que el Colectivo Nacional Alerta Temprana para Periodistas está luchando y exigiendo mejores legislaciones que protejan la libre expresión, así como capacitar a los comunicadores en defensoría.

Claudia Martínez invitó a todos a hacer activismo y a los periodistas a evidenciar la realidad, dado que solo por este camino se puede generar indignación social y, con esto, un cambio verdadero.

Rosario Arrambide, maestra en Derechos Humanos

Rosario Arrambide es abogada y maestra en Derechos Humanos egresada de la Universidad IBERO, activista, feminista y defensora de los derechos de las mujeres.

En entrevista con El Popular, periódico con causa, compartió que su llamado al activismo surgió a partir de su indignación por las injusticias sociales.

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Desde que egresó de la universidad realizó un trabajo colaborativo en Chiapas para la defensoría de mujeres de esa zona; a partir de entonces, se comprometió con la defensoría de los derechos de las mujeres.

Actualmente es directora del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE),  de la  Universidad IBERO, donde se impulsan distintos procesos de formación, investigación y difusión de derechos humanos.

A través de este instituto continúa haciendo activismo; por medio de la investigación exige a las autoridades competentes respuesta y además evidencia la violencia de género que se vive en el estado de Puebla.

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Por otro lado, reveló que el activismo no viene de su profesión, sino de su convicción personal, la empatía y la indignación de la violación de los derechos humanos; e invitó a todos a involucrarse en las causas sociales.

"Cualquier persona, puede ser una defensora o defensor de los derechos humanos, para defender los derechos humanos basta con estar en contra de las injusticias, de la violencia", aseguró.

Gaby Chumacero, defensora de la comunidad LGBT+

Gabriela Chumacero es activista y ha sido defensora de los derechos de la población LGBT+ por más de 20 años; durante esa travesía ha acompañado diversos casos de violencia a la comunidad transexual.

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A lo largo de los últimos 20 años, Gaby Chumacero ha sido activista por los derechos de la comunidad trans, de las mujeres indígenas y de la tercera edad trans.

Su interés por el activismo surgió del asesinato de siete compañeras trans; este caso la llevó a visibilizar la impunidad de los responsables de su muerte, además de sumarse a su dolor por serles negada una sepultura digna.

Protestas de la comunidad LGTB+
Protestas de la comunidad LGTB+

"A mí no me gusta estar en una oficina, a mí me gusta luchar por aquella indígena, por la persona que está en la calle, levantarla; a mis compañeras trans cuando las agreden sacarlas del hospital", compartió.

Gaby se considera de la vieja escuela en temas de la población LGBT+; sin embargo, compartió que sigue estudiando los temas y preparándose para seguir promoviendo los derechos humanos.

Chumacero ha realizado diferentes protestas por casos de violencia a la comunidad LGBT+, si bien descartó que el activismo le deje un beneficio económico. Al contrario, muchas veces aseguró poner de su propio dinero para continuar con su lucha.

Por ello, aseguró que ha tenido que tocar muchas puertas para obtener recursos económicos y poder ayudar a sus compañeras trans, e internarlas en un lugar digno para tratar alguna adicción.

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Gaby nos compartió que su activismo va más allá de la promoción de los derechos humanos de la población LGBT+, pues también labora a favor de las infancias dignas, población indígena y todo aquel que lo necesite.

Por último, la activista invitó a la población en general a sumarse al activismo desde cualquier causa, pues vale la pena evidenciar y exigir a las autorizaciones hacer su trabajo en temas sociales.

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